l a駉 1936, Federico Garc韆
Lorca es fusilado durante el conflicto entre
republicanos y nacionalistas. Lorca, al darse
cuenta del envilecimiento comercial de la escena
espa駉la, hab韆 comenzado a interesarse por las
dificultades, las necesidades, las aspiraciones
inmediatas de su pueblo. Con obras como 獴odas
de sangre? 玒erma? 獶o馻 Rosita?o 獿a casa de
Bernarda Alba? el poeta y escen骻rafo granadino
lleg?al p鷅lico. Les present?los problemas
fundamentales de la sociedad recurriendo a la
farsa, comedia, iron韆 o drama, algo que provoc?
los esc醤dalos y pol閙icas m醩 sonados de la
閜oca.

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Federico
Garc韆 Lorca |
En julio del a駉 2000, en
el Centro Cultural Europeo de Delhi, Grecia,
Rodrigo Garc韆, argentino (Buenos Aires, 1964)
afincado en Madrid, hace furor y revoluciona el
concepto de los mitos cl醩icos al representar su
propia visi髇 del mito de Faet髇. Las opiniones
acerca de esta visi髇 son muy dispares: unos
encuentran un cambio necesario y original que
refleja el estado actual de la sociedad; otros,
en cambio, rechazan por completo la innovaci髇
perpetrada por Garc韆 y lanzan sillas al
escenario en se馻l de protesta.
Pero, 縬u?tienen en com鷑
estos dos autores tan distantes...?
El Teatro
Contempor醤eo
El teatro contempor醤eo
se ha venido etiquetando de m鷏tiples formas
y son muchos los autores que no se ponen de
acuerdo con respecto a la definici髇 exacta.
Creo que, para englobarlo y concretarlo,
podr韆mos verlo desde esta perspectiva: 獷l Teatro
Contempor醤eo se entiende como aquel que, desde
la imaginaci髇, parte de un proceso de
investigaci髇 para construir un trabajo esc閚ico
innovador? En otras palabras, es aquel que
rompe con lo convencional; el teatro que
investiga y se renueva.
Esta nueva forma de la
est閠ica apuesta por la autonom韆 del lenguaje
propio, por lo que la ruptura con la ortodoxia y
lo convencional se hace necesaria. Busca una
autonom韆 de la creaci髇 esc閚ica respecto a la
literatura dram醫ica, para devolver a las Artes
esc閚icas una funci髇 integradora, que remite a
las originarias fuentes del teatro.
Uno de los renovadores que
m醩 ha influenciado la nueva escena es Jerzy
Grotowski, el cual pretende realizar un 玹eatro
pobre?utilizando al actor como principal eje y
suprimiendo aquellos elementos superfluos que
desv韆n al teatro de su pureza.
Despu閟, Eugenio Barba,
disc韕ulo de Grotowski, que realiz?la siguiente
divisi髇 en categor韆s del teatro:
Primer Teatro, el
considerado tradicional, que protege y contiene
la herencia cultural.
Segundo Teatro, propiedad
de las vanguardias; un teatro experimental,
considerado como un ap閚dice del
tradicional.
Tercer Teatro, que son
manifestaciones que responden a motivaciones
sociales, espirituales y existenciales de
j髒enes insatisfechos con su manera de vivir y
con la situaci髇 de la sociedad... Algo nuevo en
el 醡bito de la est閠ica
escenogr醘ica.
Bas醤donos en esta
divisi髇, el Teatro Contempor醤eo se situar韆
m醩 cercano al Tercer
Teatro, y, por tanto, desde esta perspectiva, no
podemos aplicar criterios cronol骻icos para
determinar qu?autores son contempor醤eos o no,
sino que debemos analizar a cada uno de ellos en
el contexto de su propia 閜oca. Porque s髄o
analizando cada 閜oca, cada situaci髇, podremos
determinar los autores contempor醤eos, aquellos
autores que quisieron romper con el teatro
impuesto en su momento.
Si nos centramos en
Francia, quiz?donde se promovi?y se produjo un
cambio m醩 significativo en el teatro,
encontramos a Giraudoux, que permiti?que se
impusiera una dramaturgia antinaturalista, con
obras, como 獷lectra?(1937), que expresa la
negativa de ser c髆plice de un poder fundado en
la arbitrariedad y el crimen, cualquiera que sea
el precio de ello. Sartre, que con el teatro
encuentra un medio seductor de comunicar sus
ideas existencialistas y marxistas, mediante
im醙enes vivas. Albert Camus, que, con 獿os
justos?(1949), trata con soltura y vivacidad
los temas de la desesperaci髇, de la rebeld韆
ante la absurdidad de la condici髇 humana. O
Samuel Beckett, que, con su 獷sperando a Godot?
(1953), consigue autenticidad, novedad, que sus
espectadores necesiten interpretar las im醙enes
vistas, reflexionar. Como dijo E. Albee: 獷l
teatro ya no puede ser despu閟 de Beckett, lo
que era antes de Beckett?
Tambi閚, en otros muchos
pa韘es, la presencia del Teatro Contempor醤eo se
ha hecho constante: Rusia, Inglaterra, Alemania,
Italia y Espa馻, por citar unos casos. Pero es
preferible no abarcar demasiado y centrarnos ya
en Espa馻 para conocer, un poco m醩 a fondo, a
Federico Garc韆 Lorca y Rodrigo Garc韆 desde la
perspectiva de autores
contempor醤eos.

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Rodrigo Garc韆 |
Tras la primera gran guerra
de 1914-1918, parec韆 que Espa馻 estaba sumida
en un clima de tranquilo bienestar, ambiente
reflejado en cierto tipo de 玞omedia? Pero los
impulsos del eterno descontento popular
sacudieron a Espa馻 ya desde el primer decenio
de la posguerra, con violencia creciente: la
dictadura de Primo de Rivera, los conflictos
originados por las influencias del comunismo
ruso, el enfrentamiento entre republicanos y
nacionalistas... pero, sobre todo, la reacci髇
del pueblo ante todo.
Y, entre todo esto, aparece
Lorca. Y 閟te se preocupa por dar la m醩 justa
traducci髇 esc閚ica del universo dram醫ico,
sacando de la pr醕tica una ense馻nza para sus
obras posteriores. Sus personajes no s髄o
representan la generalidad de la vida, sino que
suponen las condiciones de esa vida. 蓅a es la
finalidad del arte de Lorca.
Sus obras, desde 玀ariana
Pineda?hasta 獿a casa de Bernarda Alba?
reflejan su rechazo a la imaginer韆 hist髍ica
que enmascara la vida, y su deseo de mostrar al
pueblo temas tales como el convencionalismo, la
beater韆, el esnobismo, la frustraci髇 de la
mujer... Temas medulares con los que Lorca
espera que el pueblo reflexione y medite. Lorca
se馻laba: 獷l teatro es uno de las m醩
expresivos y 鷗iles instrumentos para la
edificaci髇 de un pa韘... Un teatro sensible y
bien orientado en todas sus ramas, desde la
tragedia al vodevil, puede cambiar en pocos a駉s
la sensibilidad del pueblo?
Ahora, en el siglo XXI, nos
encontramos con Rodrigo Garc韆, y nos lo
encontramos en una 閜oca en la que el
consumismo, la corruptela pol韙ica, la falta de
valores, el ego韘mo, las extravagancias, las
grandezas... est醤 a la orden del d韆. En una
閜oca en la que las personas han asumido ya
todos estos conceptos como algo normal en su
vida cotidiana. En una 閜oca donde la mayor韆 de
las personas se han acomodado de tal manera que
les es m醩 f醕il aceptar las cosas como son que
meditar y reflexionar sobre ellas y sus
consecuencias para transformarlas.
Sus obras van directas al
p鷅lico, y, con tal carga de iron韆 dram醫ica,
que impactan. Se apartan de todo teatro
convencional, mezclan efectos de luces, sonido y
mon髄ogos, empapando 閟tos con numerosos
ejemplos de paradojas y dobles sentidos, y
usando un lenguaje vulgar y realista. Es decir,
se atreve a gritar a los cuatro vientos, sin
censuras, aquello que los dem醩 prefieren
ocultar. Ello le ha valido el descontento y el
rechazo de ciertas personas.
Con algunas de sus obras,
tales como 玆ey Lear? 獺aberos quedado en casa,
capullos? 獵onocer gente, comer mierda?o
獳ftersun? intenta empujar al espectador al
l韒ite de s?mismo. Para Rodrigo Garc韆, el
teatro no es un entretenimiento, sino una acci髇
social para que la gente reflexione y se haga
preguntas, para que abra sus horizontes vitales.
Seg鷑 閘, 獷l arte debe ser asimilable (en los
aspectos formales est?la lucha), pero jam醩
aceptable. Se acepta el entretenimiento, pero
all?donde se siembran cuestionamientos, no
puede crecer aceptaci髇, tan s髄o brotan m醩 y
m醩 problemas, interrogantes y es inc髆odo. Por
eso distingo el teatro para entretener
del teatro como obra de arte.?/font>
Estas consideraciones,
aunque hayan sido tan s髄o unas breves
pinceladas sobre el Teatro Contempor醤eo, nos
inducen a pensar que, aun siendo de 閜ocas tan
distintas y dispares, la finalidad de su obra se
asemeja bastante: subyace en ella la provocaci髇
al espectador, ya induci閚dole a la reflexi髇
social, ya rompiendo los c醤ones esc閚icos
tradicionales. En definitiva, tanto el Lorca de
principios de siglo como el Rodrigo Garc韆 de
finales han creado un teatro un Teatro
Contempor醤eo.
Teatro actual, teatro de
vanguardia, teatro innovador, teatro que ha
relegado a un segundo plano a otras formas de
teatro. Pero todo es c韈lico en las Artes: las
ideas y los modos, tras un tiempo de vigencia,
tienden a cansar y a demandar ser sustituidos
por nuevas ideas y modos. Qui閚 sabe si un d韆
no muy lejano el concepto de Teatro
Contempor醤eo evolucione, y llegue un momento en
que Garc韆 Lorca y Rodrigo Garc韆 pasen a
engrosar las filas de los autores
convencionales.