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Clark
Gable, un ?/span>Rey?/span>
venerado por las mujeres y
modelo para los hombres. |
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unque no fue mi actor favorito, confieso que estuvo entre
mis preferidos. John Wayne, Kirk
Douglas, Gary Cooper y Clark Gable
constitu韆n, por este orden, mi p髊uer
de ases en el mundo estelar de la gran
pantalla. Hubo otros (Humphrey Bogart,
Richard Widmark, James Stewart, Charlton
Heston), pero 閟os eran los primeros.
No voy a detenerme en explicar ahora por
qu?me acompa馻ban en mis estudios de
Bachillerato, desplegados en la pared de
mi habitaci髇. No interesar韆 a nadie
por personal. S?confesar?ahora que
Clark Gable ocup?un lugar destacado en
los entresijos de mis fabulaciones por
una sola de sus pel韈ulas, por su papel
en M醩 all?del Missouri, pel韈ula
que, como todas las del Oeste,
encandilaba mis ojos de adolescente con
sus encarnizadas peleas contra los
indios, disparos a mansalva, carreras de
caballos y paisajes ex髏icos. S髄o
esta pel韈ula le hac韆 merecedor de
figurar entre los grandes de mi
cinemateca particular. Ni siquiera Lo
que el viento se llev?influy?en
mi personal querencia. Ahora, pasados
ya muchos a駉s de aquello, creo que no
soy capaz de dar una explicaci髇
razonable de aquella decisi髇 m韆 de
encumbrar a un actor por una sola de sus
pel韈ulas.
Por lo que recuerdo, Gable levantaba pasiones en todos
los espectadores de ambos sexos, y, para
ver muchas de sus pel韈ulas, hab韆 que
formar largas colas a las puertas de los
cines. Parec韆 ser el gal醤 de los
galanes, el actor de los actores. Esto
lo observaba en las encendidas pupilas
de las chicas de mi edad con las que
algunas veces form醔amos pandilla para
ir al cine, y la verdad es que no me
explicaba la raz髇, con la salvedad de
mi pel韈ula favorita. En muchos de sus
papeles se me mostraba prepotente, c韓ico,
diab髄ico, cruel, egoc閚trico o
seductor impenitente. Estas caracter韘ticas
de su personalidad me resultaban
inaguantables. El tipo de hombre que a m? me hubiese gustado ser no era, desde
luego, Clark Gable. Por contra, mis j髒enes
amigas parec韆n tener una venda moral
en los ojos cuando aparec韆 en la
pantalla la bizarra figura de Gable.
Hoy, m醩 cr韙ico por los a駉s, reconozco en 閘 otros
valores que ampl韆n la perspectiva de
mi afici髇 estelar. Clark Gable fue,
indiscutiblemente, un gran actor, un
excelente actor. Y mi devoci髇 por el S閜timo
Arte me ha llevado a darles sentido a
estos calurosos d韆s de verano, entreg醤dome
a la lectura de una biograf韆 suya: Clark
Gable. La corona del Rey, salida de
la pluma de Joan Benavent y puesta en
las librer韆s por T&B Editores.
En su aproximaci髇 a la vida de este m韙ico actor, Joan
Benavent ha querido alejarse de esas
biograf韆s simplistas orientadas a
abundar en unos valores que todos
conocemos, y profundiza en la vida del
protagonista como un astro de la gran
pantalla que destac?por su f韘ico y
por su talento ante las c醡aras,
venerado por las mujeres y modelo para
los hombres, pero tambi閚 como un
hombre con defectos, insuficiencias y
debilidades, como un ser emocionalmente
inestable, adicto a la bebida y
compulsivo consumidor de sexo.
Nace
un mito
La narraci髇 biogr醘ica recorre la vida de un Clark
Gable desde que nace a las cinco de la
ma馻na del 1 de febrero de 1901 en
Cadiz, un pueblecito de Ohio, EE UU,
hasta el momento mismo de su
fallecimiento. Hijo de William H. Gable,
un granjero de ascendencia alemana que
tambi閚 trabajaba en una refiner韆 de
petr髄eo, y de su primera esposa,
Adeline Hershelman, William Clark Gable
fue el 鷑ico v醩tago de la familia, y
su infancia estuvo marcada por un padre
tir醤ico. Su madre muere cuando el ni駉
contaba tan s髄o siete a駉s de edad.
Poco despu閟, el padre contrae segundas
nupcias con Jennie Dunlap, una mujer
sensible y apocada, que el ni駉 ten韆
idealizada y a la que siempre ador? El
nuevo enlace del padre hace que Clark se
traslade a Hopedale, Ohio, con sus
abuelos maternos, que se hacen
cargo del peque駉.
Clark
Gable y su afici髇 por el teatro
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Clark
Gable y Joan Crawford. |
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Poco aficionado a los estudios y a la disciplina acad閙ica,
el joven abandona el instituto a los 16
a駉s e intenta ganarse la vida
trabajando en una f醔rica de neum醫icos
de Akron, Ohio. El tiempo libre que le
permite su empleo lo pasa el joven Gable
viendo obras de teatro, la gran pasi髇
de su vida. Con la vista puesta en los
escenarios, el joven Gable se traslada a
Nueva York con una compa耥a de
aficionados, donde la necesidad le
obliga a trabajar en diversos empleos,
que compagina con representaciones
teatrales sin importancia hasta que
logra debutar en Broadway. Contin鷄
ejerciendo todo tipo de oficios hasta
que la suerte le cruza con Josephine
Dillon, actriz y directora de arte dram醫ico.
No obstante ser 17 a駉s mayor que 閘,
Gable contrae matrimonio con Josephine
en 1924 y se enrola en la compa耥a
teatral que 閟ta dirig韆.
Primeras
pel韈ulas
Pero en nada satisfacen a su talento natural de int閞prete
estos primeros papeles en los escenarios
neoyorquinos. Aconsejado por Josephine,
comienza a trabajar para el cine, a
mediados de los a駉s veinte, en peque駉s
papeles cinematogr醘icos, interviniendo
en varias pel韈ulas como La
frivolidad de una dama (1924), La
viuda alegre (1925), La 閜oca pl醩tica
(1925) o La estrella del Norte
(1926), entre otras, en todas ellas con
interpretaciones como extra o con un
papel insignificante que no contentan
sus inquietudes, lo que motiva que Gable
retorne a las bambalinas de Broadway.
Por estos a駉s, es el teatro el que le proporciona los
primeros triunfos. No obstante, el final
de la d閏ada de los 20 s髄o le ha
aportado a Gable un bagaje de trabajos
teatrales de poco relieve y una imagen
interpretativa no de gal醤 latino ―estilo Rodolfo Valentino―, que entonces causaba furor entre
el p鷅lico anglosaj髇, sino de un tipo
rudo que, parad骿icamente, dejaba
prendadas a las mujeres, pero que, como
advierte Benavent, ?/span>no era captado como rival, sino
como modelo por los hombres?/span>. En 1930, Clark y Josephine se divorcian.
Primeros
閤itos cinematogr醘icos
La d閏ada de los a駉s 30 va a ser la etapa de mayor
gloria estelar para Clark Gable,
particularmente a partir de un segundo
matrimonio, que contrae en 1931, con la
acaudalada Rhea Langham, tambi閚 mayor
que 閘. Este nuevo matrimonio le ofrece
una perspectiva rica en oportunidades,
que Gable no est?dispuesto a dejar
pasar.
Pieza clave de su entrada al estrellado es su amistad con
Lionel Barrymore, que hab韆 conocido a
Gable en una de sus interpretaciones y
que hab韆 quedado entusiasmado por las
grandes posibilidades que intu韆 en
aquel joven actor. En cuanto Barrymore
regresa a Los 羘geles, se pone en
contacto con Irving Thalberg, uno de los
dirigentes m醩 importantes de la
Metro-Goldwyn-Mayer, a quien pone al
tanto del talento de Gable.
En unos momentos en que el cine sonoro expulsa a grandes
mitos fuera del para韘o del celuloide,
la voz matizada de que est?dotado le
vale un largo contrato con la MGM, entre
1931 y 1954, durante el periodo conocido
por la cr韙ica como ?/span>los a駉s dorados del cine?/span>, en el que, como recuerda
Benavent, Mayer, due駉 de los estudios,
crea unas estrellas a las que exig韆 ?/span>capacidad de trabajo, talento y
sumisi髇?/span>.
En efecto, el Hollywood de esa 閜oca obliga a Gable a
participar en pel韈ulas de g醤gsteres
y del Oeste a destajo, llegando a
protagonizar 11 pel韈ulas en 1931,
hasta que fue emparejado con explosivas
actrices como Joan Crawford, con quien
rueda Amor en venta (1931), o
Jean Harlow, con quien protagoniza Tierra
de pasi髇 (1932), pel韈ula que
funda ?/span>la realeza m韙ica de Gable?/span>, situ醤dolo en la lista de los
diez galanes m醩 taquilleros de la 閜oca,
palmar閟 que ya no abandona hasta
mediados de los 40. Significativas tambi閚
para su carrera fueron sus
intervenciones en Susan Lenox, de
1931, en la que trabaja junto a Greta
Garbo, a partir de la cual su imagen se
aparta definitivamente de hombre duro
del hampa, y con la que consolida su
posici髇 entre los grandes valores
cinematogr醘icos.
La
Columbia y un Oscar para Gable
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Carole
Lombard y Clark Gable en uno de
sus primeros encuentros. Una vez
casados, fueron conocidos como
el matrimonio m醩 perfecto de
Hollywood. El idilio termina con
la tr醙ica muerte de Carole en
un accidente de avi髇. |
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En 1934, Clark Gable fue cedido a la Columbia, entonces
una ?/span>mansi髇 de estrellas ca韉as?/span>, pero que contaba entre sus
filas con el cineasta Frank Capra, a
cuyas 髍denes rueda Sucedi?una
noche, ganadora de cinco Oscars, uno
de los cuales, el de 玬ejor
actor?/span>,
le fue otorgado ―el 鷑ico que logra en su carrera―
a Gable,
galard髇 que fue a recoger visiblemente
borracho, algo que Benavent interpreta
como un s韓toma de la vida ?/span>sin rumbo?que
el actor hab韆 emprendido ya.
En los a駉s siguientes, Clark Gable incorpora a su
repertorio papeles con un perfil de
aventurero que no le abandonar? As?
interviene en Saratoga (1936); San
Francisco (1937) y Piloto de
pruebas (1938), entre otras, que
constituyen otros tantos 閤itos que
preludian para este actor la que ser? el gran 閤ito de toda su vida, Lo
que el viento se llev?/i>, pel韈ula
que se rueda en 1939 y a la que la
Academia otorga diez Orcars en su
ceremonia de 1940, todo un r閏ord de 閤itos
que s髄o se ver?superado por Ben-Hur,
diecinueve a駉s m醩 tarde. Sin
embargo, Gable, que hab韆 sido nominado
para el ?/span>mejor actor? no logra en esta ocasi髇 la apreciada
estatuilla, que va a manos de Robert
Donat.
El
matrimonio m醩 perfecto del Hollywood
En 1932, durante el rodaje de la pel韈ula Casada por
azar, Gable hab韆 conocido a la que
a駉s despu閟 se convertir韆 en el
gran amor de su vida, una bell韘ima
mujer rubia llamada Carole Lombard, una
actriz ?/span>con instinto de mujer y los h醔itos
de un hombre? a cuya presencia 閘 reacciona ?/span>con cari駉 y todo el respeto del que pod韆 ser capaz un
adicto al sexo en cura intensiva?/span>, tal como comenta Joan Benavent. Desde esa fecha
mantuvieron flirteos que culminan
oficialmente en matrimonio, un mes m醩
tarde de que Gable consiguiera el
divorcio de su segunda esposa, la
millonaria Rhea Langham.
El 20 de marzo de 1939, Gable contrae matrimonio con
ella, pero Lombard resulta ser una mujer
celosa en extremo. As?lo evidencia el
sill髇 de mimbre que ensarta un d韆 en
la cabeza de Gable, cuando Joan Crawford
intentaba persuadir con besos al actor
para obtener el papel de Scarlett
O扝ara en Lo que el viento se llev?/i>,
y que, sorprendentemente, lo interpretar韆
de manera magistral la poco conocida
actriz australina Vivien Leigh. Todo
acaba el 15 de enero de 1942 con la tr醙ica
muerte de Carole en un accidente de
aviaci髇, despu閟 de una campa馻 de
venta de bonos de guerra, culminado as? el que hab韆 sido calificado como ?/span>el matrimonio m醩 perfecto de Hollywood. Seg鷑 relata el autor, 玴ara Gable comenz?su particular
infierno. El infierno de vivir sin ella
el resto del tiempo y el de vagar solo
siendo el Rey de todos y de nadie?/span>.
Viva
el Rey!?/span>
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Rhett
Butler (Clark Gable) y Scarlett
O'Hara (Vivien Leigh), una gran
escena de Lo que el viento se
llev?/i>, pel韈ula dirigida
por Victor Fleming en 1939 para
la Metro-Goldwyn-Mayer. |
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A Clark
Gable se le conoce como 獷l Rey?
apodo con el que empez?a llam醨sele a
partir de 1938, a ra韟 de un hecho que
merece ser conocido. Un d韆, cuando
Spencer Tracy se dirig韆 a los estudios
de la MGM, una multitud de fans rodeaba
el coche de Gable impidi閚dole la
entrada. Tracy, con ese sentido del
humor que le caracterizaba, grit?Viva
el Rey! Y ahora, por favor, d閖enme
entrar para ir a trabajar? La an閏dota
se extendi?por todo el estudio y, poco
despu閟, en una farsa de ceremonia de
coronaci髇 celebrada en el mismo, el
actor irland閟 impuso a Gable una
corona. Ser韆 el comentarista y cr韙ico
de cine Ed Sullivan quien populariz?el
apodo que acompa馻r韆 a Gable toda su
vida.
Sus
a駉s grises
Hundido en una profunda depresi髇 por la tr醙ica muerte
de su esposa, Gable abandona el cine y
se alista, ese mismo a駉, en la Fuerza
A閞ea con la graduaci髇 de comandante.
Tras licenciarse en 1944, vuelve a
Hollywood como viudo inconsolable, con
una tristeza que era tan patente como su
envejecimiento. ?/span>Un
patente abotargamiento de su cara, junto
a cierto temblor que ya empezaba a
manifestarse en cabeza y manos, a causa
de las pastillas de dexedrina utilizadas
para no engordar? retrata Benavent al
actor en su libro.
Gable reemprende de nuevo su carrera, pero sus pel韈ulas
de posguerra, aunque de cierto valor est閠ico,
son muy pocas, hasta el punto de que, a
la hora de renovar su contrato con la
MGM, ?/span>El Rey?/span> tropieza con el desinter閟 de la productora. Nada
tiene, pues, de extra駉 que el autor
escriba que Clark Gable era ?/span>un alcoh髄ico sin vida afectiva
ni fuerza para emprenderla? ?/span>Su
corona val韆 m醩 de lo que cre韆n,
aunque algo menos de lo que 閘 pensaba?/span> y se encontr?sin contrato y
con el ego da馻do. A pesar de ello,
rueda pel韈ulas como Los vendedores
(1947), Sublime decisi髇 (1948)
y agan juego! (1949).
La
d閏ada de los 50, entre luces y sombras
El comienzo de los a駉s 50 supuso una sensible
recuperaci髇 de Gable en lo
profesional. Deseando rehacer su vida,
en 1949 hab韆 contra韉o su cuarto
matrimonio con Sylvia Ashley, a su vez
ex esposa de Douglas Fairbanks, que
resulta un retundo fracaso; en 1952, el
matrimonio termina en un nuevo divorcio,
que hubo de empeorar la ya maltrecha
psicolog韆 del actor. No obstante,
aparece en pel韈ulas como No me
abandones (1953), Mogambo
(1953) y Brumas traici髇 (1954).
En 1954, la Metro se niega a renovarle m醩 el contrato.
No obstante, el prestigio de ?/span>El Rey?/span> se manten韆 en la memoria de los espectadores. ?/span>No soy un actor. Lo que la gente
que va al cine quiere ver no es un
actor. Es a m?/span>?/span>, declaraba por entonces a la
prensa. Y ten韆 raz髇, 獷l Rey?/span>
sigue trabajando fuera del estudio de la
MGM gracias a su amistad con los
directores Wellman y, sobre todo, con
Raoul Walsh, que le proporciona grandes
papeles, entre ellos los que interpreta
en Cita en Hong Kong (1955) y Los
implacables (1955) para la 20th
Century-Fox, y, sobre todo, en La
esclava libre (1957) para la Warner
Brothers, que le permiten demostrar que
su talento y bien hacer ante las c醡aras
permanec韆n intactos. En 1958 rueda
para la United Artists Torpedo,
apasionante relato de aventuras que
sienta las bases para las posteriores
pel韈ulas de submarinos.
Durante estos a駉s, los 鷏timos de su vida, Gable rueda
varias pel韈ulas en las que revalida un
t韙ulo que nadie hab韆 podido
arrebatarle: Ens轳ame a querer
(1958), No soy para ti (1959), Capri
(1960) y Vidas rebeldes (estrenada
el 4 de febrero de 1961), su 鷏tima pel韈ula,
que comparte con Marilyn Monroe.
Muere
獷l
Rey?/span>
Gable hab韆 vuelto a contraer un quinto matrimonio con
Kay Spreckles en 1955, con la que tuvo
su 鷑ico hijo, John Clark Gable, y
existen fundados rumores de que era
padre tambi閚 de Judy Lewis, hija de
Loretta Young, con quien el actor hab韆
mantenido un t髍rido romance.
Agotado por su 鷏timas intervenciones, 獷l Rey?/span> mor韆 el 16 de agosto de 1960 en Hollywood de un ataque
al coraz髇, dos semanas despu閟 de
acabar el rodaje de Vidas rebeldes,
sin haber podido leer los merecidos
elogios que hab韆 merecido de parte de
la cr韙ica de todo el mundo. Dejaba a
su viuda esperando al que ser韆 su hijo
p髎tumo. Por expreso deseo, fue
enterrado al lado de Carole Lombard, el
gran amor de su vida.
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Versi髇
espa駉la del cartel de ?/span>Lo que el
viento se llev?/font>?/span>, de 1939,
merecedora con raz髇 de diez
Oscars, si bien Gable, nominado
como "mejor actor", no
obtuvo ninguno. |