stamos acostumbrados a ver multicines en muchos centros comerciales de Málaga, desde el complejo Plaza Mayor a Centro Larios, pasando por Vialia y muchos más, extendidos por toda la provincia, pero ¿cuál es la historia de los primeros cines de Málaga? En este texto describir?los orígenes de las principales salas de Málaga.

 

Orígenes del cine en Málaga

De todos es sabido que las primeras proyecciones cinematográficas tuvieron lugar en París el 28 de diciembre de 1895, gracias a la invención de los hermanos Lumière. Aquella novedad de la tecnología no tard?mucho tiempo en llegar a nuestro país. En efecto, sólo unos meses después, el 15 de mayo de 1896, se inauguraba en Madrid un cine con el nombre de los inventores, cuyo aparato de proyección fue traído de Francia por Alexander Promio, llamado el “operador nómada” de los hermanos Lumière.

En lo que a Málaga se refiere, tan extraño artilugio que hacía moverse a las imágenes se inaugur? del 3 al 15 de septiembre de 1896, en la planta baja del hotel Victoria, situado en el numero 9 de la calle de Larios, ante un reducido número de amigos, y fue conocido como el “Kinetógrafo Werner” (o sea, la ‘fotografía animada’). Pero esa instalación no era todavía definitiva; se trataba de proyecciones itinerantes y ocasionales, que iban de una ciudad a otra, de una provincia a otra.

 

El primer cine estable de Málaga

Para la primera instalación de un cine en Málaga nos tenemos que remontar a 1898. Este año, Alexander Promio o alguno de sus ayudantes lleg?a Málaga y vendi?el nuevo invento a Jos?González, propietario del Caf?España, sito todavía en la Plaza de la Constitución. La sala fue bautizada con el nombre de Lumière y su inauguración tuvo lugar el 22 de julio de 1898, a la cual asistieron las principales figuras de la Autoridad local y de la Junta de Espectáculos y Prensa.

Su propietario llevaba este aparato de proyección de un lugar a otro de la ciudad, aprovechando las ferias de los barrios. Sólo necesitaba un solar o derribo y unas sillas. Toda Málaga estaba asombrada con este nuevo invento que permitía ver figuras animadas. El éxito de cada sesión estaba garantizado.

En vista de ello, el 27 de abril de 1899, Jos? González solicitaba a la corporación municipal la concesión de “...un terreno en el rellano del puerto perteneciente al Ayuntamiento de treinta metros aproximadamente en cuadro inmediato al concedido ya a don Antonio Rapela, propietario del Teatro del Parque, más tarde Vital Aza, o donde V. tenga a bien designar y por el tiempo que la temporada en que los bañistas concurren a esta capital, para lo cual construir?una elegante caseta o pabellón lujosamente adornada que no desmerecer?del sitio en que se ha de coloca”.

Pero la Comisión de Ornato de la ciudad inform?desfavorablemente y no se concedi?la solicitada autorización, debido a que en aquellos años se estaba procediendo al relleno del Parque y su unión con la Alameda, además de otras obras que se estaban realizando en el puerto.

Sin embargo, su propietario no se desanim? y sigui? llevándolo por diversos lugares de la ciudad, aprovechando las celebraciones de los barrios. As? la prensa local comentaba el 14 de septiembre de 1899: “Durante los festejos de la Victoria, el 13 de septiembre de 1899 se exhibi?el cinematógrafo Lumière en la calle de Alfonso XII (actual Compás de la Victoria).

También, en 1899, se le concedi?permiso a Rafael Baquera y Carlos Lafuente para instalar un cinematógrafo durante los meses de agosto y septiembre “en los terrenos ganados al mar, en el muelle del Marqués de Guadiaro”. La solicitud adjuntaba un plano a lápiz del cine, sin firma y con fecha de 26 de julio de 1899.

En definitiva, hasta 1907, los cines malagueños se limitaban a simples barracas transportadas de un lugar a otro de la ciudad, aunque por entonces ya existían varios teatros estables; los llamados Principal, Cervantes, Lara y Vital Aza.

 

Cine Pascualini

Las primeras proyecciones de este cine datan de 1900 y se deben a la iniciativa de Emilio Pascual Marcos, de ah?el nombre de ‘Pascualini’ con que se le conocía. Éste llev?el cine de un lugar a otro de la ciudad, yendo del Pasillo de Santo Domingo (durante la feria del Carmen) al Paseo de Reding, y de ah?a la plaza de Riego (actual plaza de la Merced), donde permanecería estable hasta 1906.

Pero, por lo que parece, algunos concejales no veían con agrado las aglomeraciones de gente que se congregaban en la plaza de Riego por los desperfectos que se le pudieran causar a las plantas y otros ornamentos y presentaron una propuesta para que “se levante la barraca existente en la plaza de Riego, en la que hay establecido un cinematógrafo, por ser esto contrario a las ordenanzas municipales y causarse perjuicio al vecindario...”.

De nada sirvieron los denodados esfuerzos de Pascual Marcos para que el cine Pascualini se quedara en aquella céntrica plaza y tuvo que ver cómo era trasladado su cinematógrafo a otro emplazamiento. Por fin, en 1907, se estableci? definitivamente en la Alameda de Carlos Häes (actual calle de Córdoba), junto al Banco de España (donde hoy se encuentra el cine Alameda). Este establecimiento ha sido considerado el primer cine estable malagueño, ya que permaneci?all?hasta 1937.

  

El salón cinematográfico de la calle de Larios

Tras las obras de remodelado y modernización de la calle Marqués de Larios, que se iniciaron el 15 de mayo de 1887 y fue inaugurada el 27 de agosto de 1891, comenzaron a instalarse en esta calle hoteles, cafeterías y toda clase de establecimientos, hasta el punto de que, en pocos años, se impuso como la vía más importante de Málaga, y el centro de todos los acontecimientos sociales y populares.

Faltaba solamente un cinematógrafo. Y as? en un expediente del Gobierno Civil fechado en enero de 1906 y dirigido al alcalde se dice: “En el día de hoy ha presentado instancia en este Gobierno don Pablo Soriano, solicitando autorización para poder exhibir al público un cinematógrafo que ha instalado en la planta baja de la casa número 11 de la calle del Marqués de Larios. Y, a fin de acordar lo procedente, espero de V.S. se sirva disponer que tanto el referido local como el aparato y su funcionamiento sean reconocidos por el arquitecto municipal y emita el oportuno informe, que me remitir?V.S. respecto de las condiciones de garantía y seguridad que ofrezcan al público...”.

Pocos días después, el arquitecto municipal emitía su informe favorable: “...debo manifestarle que he pasado a reconocer dicho local, el cual, aunque de pequeñas dimensiones, tiene dos puertas de calles por las que con facilidad podr?salir y entrar el número de espectadores de que es susceptible. El aparato de proyecciones alumbrado con luz eléctrica aparece bien dispuesto y funcionando con regularidad, encontrándose forrado de plancha metálica el interior de la caseta donde est?instalado dicho aparato. Considero que, por las circunstancias expresadas, puede permitirse la exhibición del cinematógrafo”.

Y as? en el censo de 1906, el Salón Cinematógrafo aparece empadronado en los bajos del inmueble número 9 (no en el 11, como por error se decía en el expediente de apertura, ya que no existía tal número en esta calle), junto a la peluquería Porras y el Caf?de Viena. En los pisos altos de dicho edificio número 9, donde hoy se encuentra la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía (y antes el Centro de la Sección Femenina), estaba el Nuevo Hotel Victoria, propiedad de Cristóbal Gambero Cortés. En los años siguientes ya no aparece empadronado en el número 9 el citado cinematógrafo, lo que hace suponer que este emplazamiento dur?sólo un año o poco más.

 

El cine ideal y el Salón Novedades

El Cine ideal se encontraba situado en el número 14 de la desaparecida plaza de los Moros, en unos almacenes de la planta baja. Sus propietarios fueron los hermanos Vicente y Plácido Gómez de Cádiz y Gómez. Este cine permaneci?abierto desde 1902 hasta 1918.

El Salón Novedades se encontraba en el Paseo de Heredia, al lado del teatro Vital Aza y frente a la Estación de Suburbanos. Desde el momento de su inauguración a finales de 1908 hasta mediados de 1912, este establecimiento pas?por serias dificultades ya que, al ocupar parte de los terrenos del puerto, fue denunciado por la Junta Portuaria. Solventados los problemas, la apertura tuvo lugar el 15 de junio de 1915. Su publicidad decía “catedral de las variedades”, ya que alternaba la programación de filmes con la representación de variedades (variétés). Para satisfacción de curiosos, viene a cuento recordar que el aforo y los precios del salón en 1912 eran: 10 plateas a 3 pesetas, 238 butacas a 0,60 pesetas, y 264 de general a 0,20 pesetas.

 

Otras salas primitivas

Las guías de principios de siglo recogen una serie de salones, teatros o cafés cantantes que también proyectaban películas. As? por una guía de 1902 sabemos de la existencia de algunas salas de proyección cinematográfica cuyos nombres sólo permanecen ya en la memoria histórica de las hemerotecas, como es el caso del Salón Victoria, que estuvo situado en calle Liborio García; el Cinematógrafo Ideal, instalado en los almacenes bajos de la casa número 14 de la plaza de los Moros; el Salón Moderno, establecido en la casa número 2 de la calle Casapalma, cuyo edificio había sido anteriormente casa de Correos; y el Nuevo Victoria, que se hallaba en el Muelle de Heredia.

Como queda dicho, en Málaga existían cuatro teatros: Principal, Cervantes, Lara y Vital Aza, que únicamente se dedicaban a representaciones teatrales y a otros espectáculos. No fue hasta el año 1915, cuando el Cervantes empez?a programar las primeras proyecciones de cine. Un año más tarde, en 1916, el Principal hacía lo propio.

Se desconocen las fechas de proyección de los otros dos teatros. En aquellos años, el cine se consideraba una afición trivial, de poca seriedad y de carácter más bien popular. Solamente con el paso de los años se fueron perdiendo esos perjuicios.

 

Los teatros Principal y Cervantes

El Teatro Principal se encontraba en la plaza del Teatro. El estilo de esta sala era sobrio, con fachada de dos pisos, con siete ventanas rectangulares cada una. Tenía dos puertas con arcos de medio punto, además de dos portezuelas de desalojo a la calleja de la Floria. En la fachada había, además, dos puertas de servicio y dos ventanas con rejería cruzada en rombos. A través unas ventanas con rejas se servían bebidas procedentes de establecimientos próximos.

El Teatro Cervantes: En el antiguo edificio del convento de la Merced se edific?en 1860 un circo llamado de la Merced, que en 1862 fue cubierto y dedicado a representaciones teatrales bajo la denominación de Príncipe Alfonso. Fue inaugurado en octubre con motivo de la visita a Málaga de la reina Isabel II. Tras la revolución de “La Gloriosa” (1868), pas?a llamarse Teatro de la Libertad y, a partir de 1870, ya definitivamente Teatro Cervantes.

Edificio del Cine Albéniz.

Desde la fecha de su inauguración fue considerado el primer coliseo de la ciudad, donde se representaron todo tipo de espectáculos: ópera, zarzuela, teatro y actuaciones de primeras figuras de la canción y de baile. También fue utilizado, como los demás teatros y cines malagueños, para mítines y actos políticos de todas las ideologías. En mayo de 1903, como la temporada teatral no iba bien, pensaron en reforzar la programación con la instalación de un aparato cinematográfico.

Este teatro fue destruido a causa de un incendio, y, el paso de los años, el abandono y de la indiferencia, hicieron que el edificio permaneciera casi en ruinas algunos años. Desde su desaparición se pens?en construir otro nuevo que llenara el mismo emplazamiento, y as?fue como, a mediados de los años ochenta del s. XX, la ciudad de Málaga comenz?a reconstruirlo con la estructura y diseño que actualmente lo conocemos.

 En la actualidad, esta sala ha recuperado su primitiva finalidad, siendo, al día de hoy, el único local de Málaga donde se representan obras de ópera, zarzuela y teatro y se programan recitales de solistas del cante lírico.

 

Salas cinematográficas: el Cine Albéniz

Es difícil indagar en la historia de las antiguas salas cinematográficas de Málaga ya que casi todos los locales han desaparecido, o han sido reformados y cambiados de nombre. De éstos, sólo uno sigue abierto al público en la actualidad: el cine Albéniz.

Convertido hoy en una multisala, el cine Albéniz se halla situado en la calle Alcazabilla, entre las de Pozo del Rey y Cilla. Sus primeros propietarios fueron Carlos Amigo Barber?y Alejandro Díez Fuentes, quienes, el 1 de agosto de 1945, solicitaban la licencia de apertura para el local, as?como para el bar instalado en su interior. Su aforo, en sus inicios, era de 576 butacas de patio, 323 butacas de anfiteatro y 6 palcos con 4 butacas cada uno. La inauguración del local tuvo lugar el 5 de septiembre de 1945, con la compañía de opereta de Manuel Tamayo, en la que Maruja Tomás interpret?la obra Luna de miel en El Cairo. El 3 de octubre proyect?el filme Enamorados, con Jeannette MacDonald y Nelson Eddy. A partir de entonces, utiliz?el sistema de alternar la proyección de filmes con espectáculos de variedades, zarzuelas y actuaciones personales.

Pese a ser un local de estreno, la asistencia de público no fue muy numerosa en un principio, ya que el cine no estaba en el centro y los alrededores se encontraban aún sin pavimentar, pero, más tarde, la afluencia aument?considerablemente.

Este local ha conocido varias reformas, sobre todo en la pantalla, los adornos, la butaca, la cabina, etc. Sin embargo, el exterior permanece igual desde su inauguración. Para adaptarse a los tiempos, a mediados de los noventa fue remodelado el interior y convertido en un multicine con cuatro salas, una de las cuales acoge diariamente las proyecciones de la Cinemateca Municipal.

 

Otras salas cinematográficas

Lo del cine Albéniz ha sido la excepción; todos los demás, tanto los de sala como los de terraza, no han corrido la misma suerte. As?ha ocurrido con el cine Victoria, del que sabemos que, el 5 de febrero de 1913, Antonio Cueto López solicitaba permiso para construir un cinematógrafo en número de 18 de la plaza de la Merced; en un principio, el cine se llam?Salón Victoria Eugenia, y se inauguro el 14 de octubre de 1913 con la película La Biblia.

El cine Goya se inaugur?el 6 de diciembre de 1923, cost?unas 400.000 pesetas y tard?en edificarse un año y medio. Tenía dos entradas, una por la plaza de Uncibay y otra por la calle Calderería. El Goya nunca program?espectáculos teatrales ni actuaciones personales; fue siempre un cine y, como tal, sólo proyect?películas. Fue uno de los cines de estreno más populares y el primero de Málaga (y uno de los primeros de España) que instal?el sistema sonoro. Este local cerr?el mes de abril de 1970. En su emplazamiento se levantan hoy las Galerías Goya.

El cine Echegaray (sito en la calle Echegaray) ya no est?operativo, y, aunque todavía se conserva, la estructura del edificio est?muy deteriorada, y el Plus Ultra (Llano de la Trinidad) y el Capitol (calle Mármoles) fueron reconstruidos y reinaugurados con los nuevos nombres de Emperador y Palacio del Cine, respectivamente, aunque posteriormente fueron demolidos definitivamente y levantados sendos edificios para viviendas u oficinas en el mismo solar.

Entre los ya desaparecidos podemos evocar el cine Málaga Cinema (plaza Uncibay), Andalucía (calle de la Victoria), Royal (calle Armengual de la Mota), Atlántida (calle Refino), Carranque (plaza de Pío XII, en el barrio del mismo nombre), Los Rosales (calle Martínez de la Rosa), París (Cruz de Humilladero), Avenida, Cairy (ambos en calle Mármoles), Regio (calle Héroe de Sostoa), Moderno (calle Sevilla), Tívoli (avenida de Ortega y Gasset), Zaila (Camino Nuevo), Lafuente (alameda Capuchinos), Duque (barrida El Molinillo), Monumental (barrio de Ciudad Jardín), Portada Alta (barriada homónima) y muchos otros, también demolidos y transformados en bloques de viviendas.